domingo, 12 de abril de 2009

IIIº Parte- Nace el Compañía de María de Viña del Mar







La fundación responde al testamento del Presbítero Ignacio Zuazagoitía (1835-1900) bienhechor de la Compañía de María dejó como heredero universal de sus bienes a la fundación de un colegio sin especificar lugar. Las religiosas de Santiago ( Superiora era entonces la M. Rosa Romo) compraron
un terreno en Viña, cerro Recreo, el año 1922. Empezaron la construcción en marzo 1923. Las primeras religiosas fueron: M. Clara Oportus, Elena Cortés y Margarita Angulo. El 6 de julio 1924 se pudo bendecir la  hermosa capilla.

Actualmente es un colegio con alrededor de trescientos alumnos(as): Enseñanza Pre-escolar, Básica y Educación Media 

miércoles, 25 de marzo de 2009

140 años de vida la Compañía de María






Contexto histórico en que nace la Compañía de María
La historia en la que se enmarca la llegada de la Compañía de María comprende lo que tradicionalmente se ha denominado la República Liberal que abarca el período que va desde 1861 a 1891. La nueva relación con el continente europeo se tradujo en nexos económicos, influencias y estilos de vida que fueron adoptados por los sectores dirigentes. Estos hicieron que las costumbres y modos
 de ser de los grupos más adinerados se convirtieran al estilo europeo, especialmente francés y anglosajón. En el otro debate —aunque influenciado también por las tendencias liberales— estaba el intento de laicización de la sociedad. Los objetivos de los reformadores eran emancipar la educación y las costumbres de la tutela religiosa, así como también establecer un sistema en donde el Estado fomentara el libre pensamiento. La dictación de una ley interpretativa que permitiría el ejercicio de otros cultos religiosos, la ampliación y fomento de un sistema educacional laico representado por el Instituto Nacional y la Universidad de Chile, las leyes sobre el registro civil y la de matrimonio civil, y el traspaso de la administración de los cementerios al poder civil, más la fundación de una universidad pontificia, constituyeron las formas en que la separación de la Iglesia y el Estado se fue abriendo. 



Orígenes de la Compañía de María.
La historia de  la Compañía de María de Chile está ligada a la historia de la orden en Argentina, ya que en 1868 un grupo de cuatro religiosas viajan desde Mendoza con la intención de realizar una fundación en  Santiago, en lugar de la Molina de Talca como había sido planificado. La hermana  M.Magdalena Puch, superiora de Mendoza encabeza la fundación.

La fundación proyectada daría respuestas a lo que doña María del tránsito de la Cruz Antúnez, viuda  de Rosales Mercado, había dispuesto en su testamento de 1848: el establecimiento de un colegio en Molina, provincia de Talca, para niñas pobres o huérfanas de padre. El colegio se sostendría con los intereses de sus dos grandes  haciendas: Quechereguas y Culenar.
La Señora fundadora había señalado como albaceas y patronos de la obra Pía a tres familiares suyos. Sin embargo, dificultades de todo género, unidas a desacuerdos entre los los mismo patronos, obstaculizaron la fundación del colegio. Fue  una mujer, doña Eduvigis González de Antúnez, viuda de uno de los patrones- la que haciendo frente a la situación, trabajó activamente por el establecimiento del colegio. Indagó sobre congregaciones religiosas de enseñanza y, por medio de don Manuel Parreño, entró en contacto con las religiosas de Mendoza. Los serios problemas surgidos entre los responsables de la Obra Pía parecían haberse superado. Por eso, el 2 de  febrero de 1868, salieron de Mendoza hacia Chile las fundadoras: Magdalena Puch, Marta Regueira, Eufrosina Aguirre y Honoria Garro.



La travesía de la cordillera de los Andes  fue dura y estuvo llena de peripecia. Por fin, el 11 de febrero llegaron a Santa Rosa de los Andes y el día 15 de febrero a Santiago. Don Manuel Parreño- principal promotor de la fundación- las condujo a la Casa Provincial de las religiosas del Buen Pastor. Allí permanecieron en  fraterna convivencia con la comunidad, hasta que creyeron solucionadas las nuevas discrepancias surgidas entre los patronos de la obra de Molina.
Seis meses estuvieron compartiendo con  las religiosas del Buen Pastor.
Las fundadoras acompañadas por su superior eclesiástico don Manuel Parreño llegaron a Molina el 23 de abril dispuestas a la apertura del colegio, conforme a las Reglas de la Orden. Allí se sucedieron largos e infructuosos diálogos con los patronos de la Obra Pía, lo que obligó al arzobispo a ordenar el regreso de las monjas a Santiago. El día 21 de marzo, las monjas de la Compañía, llenas de incertidumbre por la posibilidad de establecerse en Chile, entraban de nuevo en el convento del Buen Pastor.


Después múltiples problemas, las religiosas había tomado la decisión de volver a Mendoza. La víspera de su partida el presbítero Miguel Tagle  arrienda por cuenta personal un terreno situado en la cancha de Carrera-actualmente  Av- Portales- y se apresuró a comunicarlo a la comunidad que, desistiendo del regreso a Mendoza, decidió permanecer en Chile. A esta segunda casa se trasladaron las cuatro profesas y las once novicias el 20 de abril de 1869. De esta forma y con obtención de todas las aprobaciones necesarias comenzaron sus funciones el 15 de  mayo de 1869.

El número de alumnas creció notablemente y sobrepasó la capacidad del colegio, por lo que, una vez más, se tuvo que pensar en adquirir otra propiedad. En enero de 1872 se trasladaron a la calle Tajamar, actualmente Avda. de Providencia. Eran entonces veinte monjas y unas noventa pensionadas, de las que era rectora la M. Eufrosina Aguirre. 


lunes, 23 de marzo de 2009

IIº Parte- Nace Seminario


Foto del Seminario Pontificio de Santiago ubicado en la calle Seminario






Santiago, Diciembre 21 de 1871
Con esta fecha el señor Vicario General Dr. Don Casimiro Vargas ha decretado lo siguiente. “Se autoriza la traslación de las religiosas de la Compañía de María al nuevo local que han adquirido a inmediaciones del Seminario Conciliar pudiendo destinarse provisoriamente parta las funciones del Culto, las piezas que se en la precedente nota, haciendo la visita el Superior de la Casa, Presbítero Don Manuel Carreño, sin necesidad de bendición del local. Tómese razón y comuníquese.”
Lo transcribo a V. R para su conocimiento y fines consiguientes
Dios guíe a V .R
José Ramón…
A la  R. M Superiora de la Compañía de María